Archivo para 2011

Don Antonio, mecánico de cosechadoras era su oficio y mitómano en  las horas extras; alguna vez narró la siguiente historia: “Un día de invierno pleno, cuando el frío intenso hacía encorvar el lomo, decidió invitar a sus amigos, Battista y  Pedrín, para ir a Coronda, con el propósito de cazar  patos;  pues según le habían informado tiempo atrás, allí abundaban estos bichos.

Salieron al alba del día convenido a bordo de su Chevrolet ´47 y un pequeño acoplado enganchado, en previsión de una cacería importante, porque según él era un gran tirador, campeón y medalla de oro en el servicio militar. En tránsito normal llegaron  a destino; sin embargo, al arribar, desapareció el sol, y Battista exclamó:

-¡Qué pena! Se nubló.
-No zonzo ¿No ves que una bandada de patos tapó el sol?-le respondió   Antonio-
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El título se adapta perfectamente para una novela romántica, la cual podríamos fomentar con la imaginación, mientras pasea libremente por el campo del pensamiento. Pero ahora no es mi propósito, más bien emplearé esa imaginación con el fin de proponer soluciones posibles, con resultados tangibles, respecto a un gravísimo problema que nos involucra a todos, sin excepciones.

Pocos días antes de la tragedia en Japón, decía “no” a la energía atómica, justamente dentro de una exposición destinada a otro espacio literario. Y ahora vengo a sugerir el modo para reemplazarla, además, debemos comprender y recordar que la Argentina es un país colmado de virtudes naturales. Y para solucionar los enormes riesgos, costos y otros que genera la energía nuclear, tenemos  la inmensa Patagonia, con fuertes vientos permanentes y, por ello capaz de producir electricidad, y tantísimos recursos que la ciencia y la tecnología definan en el transcurrir, con el empleo de la energía eólica. Incluso, podríamos complementarla con la energia solar y la fuerza hidráulica. (más…)

Una mañana primaveral, mientras promediaba el mes de setiembre, desde Arica (Chile) ingresamos a territorio peruano, y luego de recorrer 56km  arribamos a Tacna; pero a esta ciudad sólo la consideramos lugar de paso, pues nuestro destino siguiente era justamente Puno, distante 376km. Sin embargo, al seleccionar el itinerario y sin averiguar adecuadamente, pagamos un alto costo, porque nos metimos por un camino de montaña, realmente muy malo, imagínense,  únicamente un vehículo encontramos en todo el recorrido, y tal vez conducido por un incauto, como nosotros en esa ocasión. (más…)

Esta historia, define la filosofía de una conducta y narra un hecho real, acontecido hace más de 60 años en un pueblito de la “pampa gringa” cordobesa.

Transcurría la década del ´40 y el pueblo constituía, por ese entonces, un ente con mayor autonomía que la actual, pues tenía lo necesario para ello: un almacén de ramos generales y una escuela primaria; además  de panadería, verdulería, carnicería, peluquería y, por lo menos, dos boliches. Y sucedió precisamente en uno de estos antros, el que se situaba en la esquina, muy cerca del salón de fiestas, una tarde de domingo, con agobiante calor y muchos parroquianos reunidos; unos tomando el “ajenjo” con hielo o el  “potrillo” de vino tinto “fresco del pozo”; otros, incluso, jugaban al truco. Y era en este terreno donde proferían vibrantes exclamaciones, definidas por puerca, vaca, yegua…y todas con algún aditamento. (más…)

En el sentido funcional, la vida es simple, pues fluye naturalmente en la existencia misma y también espontánea debería ser la acción de vivirla. Sin embargo, para lograr esta simplicidad, es necesario no desconectar nuestro comportamiento de la naturaleza, porque somos parte de ella y, por lo tanto, inseparables, dado que nacimos para ser  un conjunto indisoluble.

Algunos usos y costumbres nos alejan de la naturaleza porque la vida moderna impone muchas condiciones que impulsan a las personas por un camino de desnaturalización creciente y a ellas son: excesiva  aglomeración poblacional,  violencia social, deterioro de los valores primordiales en la naturaleza humana, tiempos que no alcanzan y largas distancias a recorrer en cada jornada, más el bombardeo publicitario de modelos y productos que para muchos son inalcanzables, con el consecuente deterioro de la  autoestima y la tentación en aumento de abandonar el camino correcto para  lograrlos, porque solo con el trabajo no basta, sumadas las experiencias sociales y culturales de acumular bienes, más que afectos, o emplear éstos, como pretexto, para lograr más bienes todavía. (más…)

Amanecía, y el día se presentaba sereno y muy frío, cuando apenas iniciaba  el mes de abril. A través de grandes ventanales de nuestra habitación de hotel, en el piso número once, pude contemplar fascinado algunas particularidades de esta exótica metrópoli, La Paz, sede del Gobierno nacional de Bolivia. El centro es angosto, tal vez unas cinco cuadras en modo lineal y asemeja el “cauce” de un gran cañón, en el cual asientan coloridos edificios de altura; y en ambos costados, cubren las laderas hasta la cima, edificaciones con techos de color rojo predominante. Y allí nomás, en ese “cauce”, surgía como un gigante silencioso, a 3660msnm,  el mítico estadio de fútbol Hernán Siles, lugar emblemático donde caen derrotados los “tigres de la llanura”. (más…)

Justo había comenzado el otoño, y la noche ya cubría con su manto oscuro al caserío del pueblo; mientras en el boliche, una decena de parroquianos arreglaba el mundo y vaciaba las botellas. Próxima  a la ventana de la chusma, una mesa colocada contra la pared, allí sentados estaban dos tamberos, apodados en la zona como “Moscato” y “Ginebra”; ninguna bebida les hacía arrugar la nariz; y trabajaban para un importante chacarero del lugar.

En ese instante, trataban un tema urticante, lleno de misterios y riesgos, por eso la ansiedad  iba en constante aumento y los impulsaba a consumir más  de lo habitual, para lograr coraje. La cacería de pumas era la pasión del momento; pero no tenían ni la menor idea de cómo realizarla, sólo conocían el lugar, allá en el monte santiagueño. Por ahí se acerca el mozo y Moscato le pregunta: (más…)