Jue 14 Abr 2011
Una cacería de patos
Posteado por Carlos Evasio Maggi en Humor
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Don Antonio, mecánico de cosechadoras era su oficio y mitómano en las horas extras; alguna vez narró la siguiente historia: “Un día de invierno pleno, cuando el frío intenso hacía encorvar el lomo, decidió invitar a sus amigos, Battista y Pedrín, para ir a Coronda, con el propósito de cazar patos; pues según le habían informado tiempo atrás, allí abundaban estos bichos.
Salieron al alba del día convenido a bordo de su Chevrolet ´47 y un pequeño acoplado enganchado, en previsión de una cacería importante, porque según él era un gran tirador, campeón y medalla de oro en el servicio militar. En tránsito normal llegaron a destino; sin embargo, al arribar, desapareció el sol, y Battista exclamó:
-¡Qué pena! Se nubló.
-No zonzo ¿No ves que una bandada de patos tapó el sol?-le respondió Antonio-
Enseguida buscaron un lugar adecuado y se vistieron de yuyos, así confundirían a las presas; y hubo algunas que hasta en el lomo se les posaron. Cazaron tantos patos que los perros hartos y cansados ya no colaboraban, por eso prefirieron permanecer a la sombra de unos árboles cercanos. Luego vendría flor de problema, por la cantidad debieron alquilar un camión con acoplado en el pueblo vecino, y así emprenderían el regreso.
Y lo peor fue que pasaron, sin recordarla con anticipación, por una balanza de cargas; entonces obligatoriamente debieron someterse al pesaje del camión. En quinientos kilogramos estaban excedidos. En consecuencia, rápidamente intervino la policía, los acusó de depredadores y en cana fueron a parar; los tres en el mismo calabozo y en el otro, justo al frente, encerraron a los tres perros. Por ahí Battista dijo:
-Miren cómo se ríen los perros ¿Por qué será?
-¡No pavo! Muestran los dientes porque nos quieren morder-respondió Antonio-
-¿Y ahora cómo salimos de aquí?-preguntó Pedrín-
-Habría que llamar al cura para confesarnos y de paso le regalamos unos patos. En una de esas tenemos suerte.- comentó Battista-
-No se hagan problemas muchachos, hice llamar por teléfono a mi esposa y ya está viniendo- manifestó Antonio-
Varias horas después llegó la “vieja” (su señora) y con el carácter de esclavista que tenía pegó tres gritos y una trompada sobre el escritorio del comisario. Entonces los policías, notoriamente asustados, enseguida los dejaron en libertad mientras expresaron:» vayan tranquilos amigos y disculpen las molestias.”
Hola Carlos. Vuelve a cautivarme este cuento tan campesino, tan tuyo, tan mio; fundado en el humor universal,respetuoso y genuino. Simplemente, de nuevo te Felicito.
Al leer recordé al mecánico de cosechadoras que venía a mi casa, mi padre lo convocaba para el mes de setiembre. Casi todos los años venía a mi casa, en la provincia de Santa Fe. Gracias por este recuerdo.
Hola Carlos. Veo que desde hace bastante, por la fecha, y recién lo veo. Y quiero decir que con este cuento logras hacer buen humor y, a la vez, fabricar dulzura para el lector. Perdón porque no se decirlo mejor. Un encanto.
Buenas tardes. Con todo lo que sucede en estos tiempos, uno quisiera meterse debajo de la cama. Uno necesita un poco de alegría pero escasea. Por eso con este cuento me alegraste la tarde. Saludos cordiales.
Qué tal Carlos Evasio!Hace tiempo que no nos vemos y me gustaría decir lo contrario pero la vida es así. Muy lindo tu cuento, bien chacarero! Un abrazo.