Don Antonio, mecánico de cosechadoras era su oficio y mitómano en las horas extras; alguna vez narró la siguiente historia: “Un día de invierno pleno, cuando el frío intenso hacía encorvar el lomo, decidió invitar a sus amigos, Battista y Pedrín, para ir a Coronda, con el propósito de cazar patos; pues según le habían informado tiempo atrás, allí abundaban estos bichos.
Salieron al alba del día convenido a bordo de su Chevrolet ´47 y un pequeño acoplado enganchado, en previsión de una cacería importante, porque según él era un gran tirador, campeón y medalla de oro en el servicio militar. En tránsito normal llegaron a destino; sin embargo, al arribar, desapareció el sol, y Battista exclamó:
-¡Qué pena! Se nubló.
-No zonzo ¿No ves que una bandada de patos tapó el sol?-le respondió Antonio-
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