A partir del renunciamiento en el Perú y de regreso a Buenos Aires. San Martín decidió someterse a una especie de ostracismo voluntario, donde también habrían influido, en esta decisión, algunas versiones de un sector de la política argentina, que comenzó a considerarlo un “conspirador”. Y al final, sobrevino una triste derivación de tales infundios, porque las acusaciones jamás fueron probadas. No obstante, con fecha 10 de febrero del 1824, acompañado por su hija, Mercedes, de 7 años de edad, y su permanente colaborador, el peruano Eusebio Soto, embarcaron en el navío francés Le Bayonnais con destino al puerto de El Havre, Francia. Desde donde, y luego de una breve permanencia en Londres, se establecieron en Bélgica. Sin embargo, el 15 de enero del 1829, San Martín volvió a la Argentina, a bordo de un barco inglés, y motivado por las noticias periodísticas relacionadas al inicio de graves revueltas sociales y políticas, dentro del país. Las cuales se intensificaron rápidamente. Y en la escala realizada en Río de Janeiro, se enteró a través de un diario local, que Juan Lavalle, su antiguo oficial de Granaderos, había derrocado y, a la vez, ordenó fusilar al coronel Manuel Dorrego. Con lo cual, la guerra civil se instaló en el país. (más…)