venta-de-molinos-de-vientoLa naturaleza brinda su prodigio a todos por igual, no hace distinciones de raza, color, credo, origen o tamaño del bolsillo; sin embargo, el dinero permite compensar algunas “deficiencias” que afectan nuestros gustos y sensaciones. Con el dinero compramos lo que nos hace falta y también las cosas superfluas, banales y hasta nos permite incursionar en el terreno de la lujuria y el juego en considerable escala.  En verdad, muchas cosas logramos con el dinero; pero no todas, porque  con él jamás podríamos alcanzar las razones de un corazón sincero y tampoco la extensión de la vida, por ejemplo, pues estos valores no cotizan en el mercado libre.

 Con todo, debemos pensar que grandes proyectos o simples recursos domésticos de utilidad cotidiana, son factibles de imaginar a través de las ideas. Y de tal dimensión es esta posibilidad que  Einstein afirmaba al respecto: “La imaginación es más importante que el conocimiento”.

 Por consecuencia, en las jornadas de tanto calor, cuando el termómetro trepaba a más de 40º, como aconteció en mi ciudad durante los últimos días del 2011 y se proyectó al 2012, inevitablemente padeció más quien no tenía un aparato de aire acondicionado; y no lo tiene porque un pobre no  podría comprarlo, dado su costo que asciende a $3.500- (un equipo básico) más la colocación que cuesta $1.000-. A todo  esto debemos agregar el alto consumo de electricidad que generan estos sistemas. Tampoco sería una buena solución, un ventilador de techo u otro más  pequeño colocado en el piso, porque sólo remueven el mismo aire recalentado y peor aún si el techo de la vivienda no tiene aislantes térmicos adecuados. Ni siquiera es conveniente poner un ventilador en la ventana, a la que dejamos abierta para tal fin, ya que el resultado será capitalizado por un odioso caudal de insectos y hasta podría sentirse tentado algún ladrón.

 ¿Entonces, cómo nos arreglamos? Para esta situación proponemos ahora un recurso muy simple, y es el siguiente: Hacemos un agujero redondo, de 20cm de diámetro, en la pared que da al exterior y dentro del ambiente que queremos refrigerar; dicha perforación deberá realizarse lo más próxima posible al techo de la casa; y si fuere con orientación sur, mucho mejor, por la calidad y temperatura del aire obtenido. Perfeccionamos la terminación con un trozo de caño “PVC” y lo fijamos con un poco de cemento portland y arena fina. Luego que haya secado bien, introducimos por la parte externa del agujero en la pared, un extractor “invertido”; el cual tomará aire del exterior y lo lanza con fuerza hacia el interior del ambiente que seleccionamos.

 Este dispositivo, que  sólo sugerimos para emplear por las noches, garantizará abundante aire fresco, ínfimo consumo (menos del 1% de lo que consume un aparato de aire acondicionado pequeño) y permitirá dormir plácidamente porque el costo total no supera los $350-;  y el sueño será sin la compañía de bichos ni de ladrones por la ventana ¿Valdría la pena el emprendimiento doméstico, verdad?