Dom 9 Ene 2011
Los accidentes de tránsito (parte 5)
Posteado por Carlos Evasio Maggi en Reflexiones
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A continuación detallamos algunas expresiones de cultura antisocial, con el propósito de fijar, dirigir y sustanciar correctamente los parámetros educativos, disuasivos, correctivos y punitivos; y son las prácticas, los modos y las omisiones de mayor frecuencia, las cuales definen en nuestro país un verdadero flagelo en el tránsito de vehículos:
-Conducir en zigzag, con cambios violentos de carril y sin realizar seña alguna.
-Cruzar los semáforos en rojo, esto es frecuente y muy difundido en los barrios y avenidas importantes de pueblos y ciudades. En especial, durante la noche, madrugada o feriados.
-Andar en contramano en los barrios, y aunque haya claros carteles indicadores.
-Doblar a la izquierda en los semáforos, en calles de doble mano y cuando las disposiciones de tránsito lo prohíben expresamente.
-Virar en U en cualquier avenida céntrica y también en las autopistas, por ejemplo en la circunvalación y en la avenida Rafael Núñez de la ciudad de Córdoba.
-Al girar en una esquina, la prioridad le corresponde al peatón, sin embargo, quien cruce la calle con esa ciega convicción es probable que no llegue a viejo.
-El cinturón de seguridad, empleado solo como elemento decorativo y el casco, para proteger los codos nomas (aunque debemos reconocer que, últimamente y por suerte, esta situación se está revirtiendo en base a controles y multas).
-Motocicletas de escasa cilindrada que transportan 2,3 y hasta 4 personas, con frecuencia, sin cascos.
-Dirigir un vehículo como objeto de agresión al prójimo.
-Estacionar en doble fila o en lugares notoriamente prohibidos, luego discutir las razones con el inspector de tránsito, valiéndose, además, de la solidaridad espontánea de muchos transeúntes circunstanciales.
-Conducir sin estar debidamente capacitado o habilitado, total frena el “otro”.
-Andar sin seguro, porque si protagoniza un siniestro, no habría ningún riesgo económico, pues el conductor es insolvente, y es probable, en no pocos casos, que el rodado esté a nombre de otra persona difícil de ubicar.
-Poseer automotores nuevos o con una antigüedad de 10 años o más y sus sistemas de guiñada para anunciar el giro permanecen siempre “0 km”. O puede acontecer que alguien haga, como corresponde, señales de giro y el que viene por detrás las ignore totalmente y embista como si nada viera.
-Los semáforos parecen ser de observación obligatoria para muchos (no todos) conductores de autos, colectivos y camiones, pocos, de motos y ninguno de bicicletas.
-El conductor que desaprensivamente ingiere alcohol y, a veces, sin pensar siquiera que la cantidad es directamente proporcional al peligro que desarrollará en el tránsito, donde tantos inocentes padecerán las consecuencias materiales, personales y de estrés. Esto sucederá por la acción psicológica que sufren los transeúntes normales al ver pasar a un desaforado que los pone en grave riesgo.
-Polarizar todos los vidrios del auto, en tono oscuro bastante subido, con el propósito de crear el enigma, adherir al esnobismo o con otros fines imaginables.
-Andar por las rutas y calles céntricas de una ciudad con carros, carretillas y algún otro objeto con ruedas, creyendo, tal vez, estar amparados por los artículos 14 y 14 bis de nuestra Constitución nacional: “…el derecho a trabajar y en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes…”
-Si chocó y arruinó o mató a personas, aunque tiene seguro, escapa. Luego vendrá un “buen asesor” que le dirá: “vos escóndete, y nosotros denunciaremos que nos robaron el auto…”
-Cruzar los ferrocarriles como si fueran vados para un rally, también hacer caso omiso, en las rutas o avenidas, a la doble raya amarilla o adelantarse a otro vehículo en una subida o en curvas “ciegas”.
-Circular sin la patente anterior, posterior o ninguna de ellas. Cubrirlas con un plástico para dificultar su lectura o, simplemente, deformar algunos números o letras. O colocar una patente de otro país, por ejemplo, “Sacramento-California” y luego pasearse con aire de emperador ( moda que está en desuso actualmente).
-Transitar por las rutas principalmente en los días con niebla densa, tierra, etc. a exceso de velocidad en relación a la visibilidad. Y en jornadas de tenue lluvia o llovizna, no querer o no saber valorar el peligro que representa la capa barrosa, a veces casi imperceptible, que se forma sobre el pavimento donde los caminos perpendiculares son de tierra. Luego escucharemos recurrentemente a los protagonistas sobrevivientes decir: “me fallaron los frenos”; “creo que se durmió el que venía en sentido contrario”; “se me reventó un neumático”; etc.
-Conducir a velocidad excesiva, en especial en rutas de una sola carpeta asfáltica que define la doble mano. Porque aquí esta el grave problema por el riesgo que contiene y a la que se agrega, por usos y costumbres, la conducta antisocial de no respetar las otras normas de tránsito; entonces, esta desaprensión potencia la actitud homicida (¿Culposa?) de un automovilista.
Para concluir, creo necesario aclarar que la falta de apego en respetar las reglas de tránsito, según observaciones realizadas a través de bastante tiempo, no es mayor en los conductores cuyos vehículos demuestren una condición económica modesta de su titular, sino por el contrario, pues los más proclives a infringir las leyes son, con cierta frecuencia, los que se desplazan en autos de alta gama. Definitivamente, este resultado no hace más que exponer la intensidad cultural del tema planteado.
Presentaste los problemas de tránsito en cinco capítulos, los leí a todos bien despacito y no me quedaron dudas: vos sí que la tenes clara. Ojalá te lea mucha gente y, en particular, los figurones que ocupan cargos en las áreas respectivas. Saludos.
Perfecto. Ahora deberían también ver esto los que dictan las normas legales y de educación en el tránsito; de lo contrario es casi como un grito en el desierto. Entonces tu suerte es la suerte de todos.Chau.
Muy bien Carlos. Tu enfoque sobre los accidentes de tránsito me pareció estupendo; tanto en el diagnóstico, cuanto en las soluciones propuestas. Porque comparto totalmente que es cultural el problema argentino. Mil gracias.
Manejar un vehiculo es un riesgo que asumimos. No creo que todos cometamos estas imprudencias. En los tiempos que corren el reloj muchas veces decide por nosotros, aunque no sea nuestro deseo; por tal motivo no siempre se puede cumplir a la perfección el reglamento. Igualmente comparto la moción por contribuir a lograr un transito más ordenado y tranquilo, esto nos evitaría indudablemente muchos momentos amargos.
GENIAL, hoy leì detenidamente , los cinco capìtulos, y me parecio fantàstico.
gracias por preocuparse por la comunidad toda.
y…con todo respeto ,quiero comentar al señor Anibal por si no sabe:Que las estadisticas afirman que de los tres grandes componentes que interactùan en el sistema de trànsito (el ser humano, el vehìculo y el ambiente), es precisamente el ser humano el causante de la mayor cantidad de accidentes de trànsitos. por lo tanto, DEBEMOS cumplir a la perfección dicho reglamento, y nada tiene que ver el reloj.-
Gracias por sus enseñanzas-aprendizajes.
Saludo cariñosamente.-
Hola Carlos. Hace tiempo que leí y releo tus ideas sobre el tránsito pero hasta ahora no me animé decirte lo que pienso porque no soy bueno para escribir, pero hoy me animé: no tengo dudas que vos te formaste en el «campo de batalla» y por eso captas las cosas tan bien y estan los otros que se formaron detrás de un escritorio y opinan mucho en la tele y la radio y mucho dicen disparates también, pero la prensa los consulta siempre. No se darán cuenta de la verdad?
Che que bueno está esto, como dijo alguien por ahí: vos sí que la tenes clara!! Me encantó leer esto por tanto realismo en las definiciones. Saludos.
Hola, veo que se lee mucho este tema y coincido con los comentarios anteriores, en especial con el de Jorge. Un abrazo.
Sin dudas que en la cultura del comportamiento está la causa del despelote en el tránsito y es ahí donde se lucen los opinólogos de salón. Y después de leer sus ideas le pregunto si las autoridades de tránsito nunca lo consultaron a usted de como hacer bien las cosas? Porque comparto en un 100 x 100% lo que dice, y ando todo el día manejando así que conozco muy bien lo que pasa.
Carlos, pegás en el centro de la verdad por eso tu exposición es algo muy distinto a lo adocenado que vemos todos los días, pero la mayor verdad está al final con «autos de alta gama». Allí están los que quieren que «nada cambie» y no admiten que alguien les diga qué tienen que hacer. También soy un fanático de tu blog. Grande!
Veo que este capítulo 5 esta siempre en la lista de los más leídos. Por algo será.Leí mas de una vez los temas de tránsito y aprendí un montón sin dudas que conoces el tema a la perfección. Y muchas gracias por ayudar a los demas.
Hola. Dejame decir que en el tránsito estamos como en el fútbol, no levantamos el aplazo porque no hay ejemplos de civismo. Es como dice aquel tango, «todo es igual».
Carlos, creo que la conducta en el tránsito es un reflejo de la moral política imperante en el país, que luego se transforma en conducta social,entonces jamás esperemos un cambio positivo, si no hay un cambio en la moral de los que ejercen el poder central. Saludos.
Hola. poco se podría agregar a esta presentación. Solo resta decir que contiene un realismo impecable por eso espero que sean muchísimo los lectores que pasen pr aquí.
Mira Carlos, pienso que es muy bueno tu ecrito porque alecciona, educa y desburra a mucha gente, en especial a esa que es dura de salir del subdesarrollo. Saludos.