Lun 20 Dic 2010
Los accidentes de tránsito (parte 4)
Posteado por Carlos Evasio Maggi en Propuestas
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Una digresión inevitable
La calidad inadecuada y el estado obsoleto de los caminos y rutas pavimentadas, sin dudas, realizan un “generoso” aporte negativo para que sucedan aún más accidentes de tránsito.
Los caminos y rutas, sujetos al pago de un peaje o no, bien podrían ser de una sola carpeta asfáltica, con dos carriles en cada sentido, colocando en el centro un divisorio dispuesto en doble guardarrail de acero, con un metro de ancho en conjunto. Otro modo sería el de construir esa división con bloques de hormigón premoldeados de dos piezas, dispuestos en forma de V invertida, con un metro de altura por un metro de base; luego rellenado con cemento una parte de su interior. Porque cuando se construye un pavimento para delinear una ruta, entre asignarle 9 ó 16 metros de ancho a la carpeta asfáltica no habría una importante diferencia económica en relación a la inversión global; pero la segunda alternativa nos permite estructurar una autopista, con el diseño antes explicitado, aunque no haya sobrado plata para hacer, como corresponde, las banquinas pavimentadas también; en cambio, en la primera alternativa no. El procedimiento anterior lo emplean, por ejemplo, en dos categorías de países: los que tienen poca tierra y mucha plata, que son los de Europa Occidental; y los que tienen mucha tierra y poca plata, algunos de éstos corresponden a América de Sur.
La concesión del peaje no debería ser sólo para que las empresas favorecidas edifiquen las casillas para el cobro, pinten las rayas y corten el pasto, como obligación; y el efectivo cobro, como derecho. ¿No sería demasiada prerrogativa ceder gratuitamente, salvo alguna brevísima excepción, a un grupo económico la “infraestructura del negocio” ya construida y pagada por quienes luego deberán abonar el costo del peaje; y además asegurarle el monopolio de un mercado cautivo?
Si la respuesta fuera Sí, entonces ¿Por qué no es el Estado quien explote este fructífero negocio? Así, “las ganancias podrían volver al pueblo en obras”, por ejemplo.
Y la adjudicación del peaje sólo tendría que concretarse cuando el concesionario tome a su cargo la construcción del camino, definido únicamente por autopista; aunque sea del modo más barato posible, con el procedimiento técnico que explicamos en párrafo anterior. Con ello lograríamos lo siguiente:
-Disminuir una enormidad el número y gravedad de los accidentes de tránsito.
-Estaríamos en sintonía con el resto del mundo serio y avanzado, donde sólo en las autopistas se cobra el peaje.
-La equidad económica y social; por la cual quien intente explotar un negocio, primero deberá ganar la licitación y luego invertir en la infraestructura adecuada, cuyas características técnicas y económicas figuren insertas en el pliego de condiciones de dicha concesión.
Finalmente, si pensamos en el pueblo ¿Por qué demorar u omitir en establecer reglas apropiadas y, principalmente, en hacerlas cumplir para mejorar el bien común? A modo de estímulo, ahora intentamos enfatizar el deber con la definición del filósofo francés Jacques Maritain: “El bien común, es el bien de todos los todos que integran el todo social”.
Hola. Tus propuestas son súper creativas y posibles. Podrías pasarselas a los funcionarios de tránsito, en una de esas se les prende la lamparita y agarran viaje. Ojalá. Y del peaje a la argentina, mejor no hablo, para no darme manija al cohete.
Muy bien, planteas lo justo; pero nuestro país, en que los injustos gobiernan, es distinto a los otros. Fijate, por si fuera poco, frente al aeropuerto de la ciudad de Córdoba, donde cobran el peaje en una calle de tierra ¿Sabías esto?
Una sugerencia: anda a ver a las autoridades de tránsito y dejales una copia de tus cinco capítulos escritos aquí; en una de esas se ponen a trabajar por nosotros.Gracias.
Porque lo publicaste en tuiter me vine para este escrito. Me parece súper bueno, por las verdades que contiene y, de paso, nos ilustra a todos, incluso a los figurones que ocupan cargos públicos en las áreas de tránsito y otros aledaños.