Jue 1 Dic 2011
Causas del despoblamiento rural (parte 1)
Posteado por Carlos Evasio Maggi en Reflexiones
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Eran tiempos en que el gobierno nacional y los diversos estamentos del poder decidían instituir las condiciones básicas para obtener el progreso general del país. Más tarde, el factor fundamental, a partir del sustento territorial adecuado, era la mano de obra, y justamente este tema representaba una verdadera encrucijada, donde la única manera de resolverla fue a través del estímulo inmigratorio, y en cuyo proceso el tiempo se encargaría providencialmente de la solución, la que comenzó a tomar entidad desde el desarrollo de la industria pesada en Europa, y con epicentro en Inglaterra, porque este ámbito decididamente expulsó abundante mano de obra, hecho que concitó la posibilidad de absorber y reubicar ese flujo ocioso por parte del “nuevo” Continente en desarrollo.
A partir del año 1850, los ideólogos y políticos locales soñaron con la posibilidad de repoblar la Argentina con habitantes sajones, sin embargo, el idioma, la religión y las costumbres crearían un indudable e importante obstáculo. Por eso, al país entraron los italianos que rápidamente sincronizaron su adaptación al medio porque aportaban el valor esencial para la gesta, resumido en la enorme capacidad de trabajo. Además de la humildad y tolerancia que motivaron la dispensa por el trato recibido. Empero, no todos lograron la templanza necesaria para resistir las duras exigencias del laboreo en las extensas pampas, sumadas al permanente hostigamiento indígena y la precariedad de medios y viviendas. En consecuencia, el origen de la colonización agraria en la Argentina no fue obra de “iluminados” políticos argentinos del momento, sino el resultado de la Segunda Revolución Industrial en Europa.
En 1856, año en que fundaron el primer ente aglutinante, la primera Colonia de la “pampa gringa” denominada Esperanza, comenzó a configurarse la población agrícola sobre tierras marginales y de escaso valor económico. Todo estaba por hacer, entonces era necesaria y conveniente la participación y el protagonismo laboral de gente capaz de realizar esfuerzos físicos y espirituales enormes, apoyados en principios comprendidos, con rango de cultura, en el ánimo de cada uno. Los cuales definían en conjunto, la condición indispensable para formar parte de la empresa y soportar, con ellos, la singular dureza del emprendimiento.
De tal modo empezó a proveerse un ámbito cultural distinto, totalmente desconocido en el área local, donde imperaron los comportamientos y vocabularios que provenían de los lugares de origen de esta enjundiosa pléyade. Por consiguiente, la Argentina, de ser un país únicamente nominal en el concierto de las naciones, pasó a ostentar el reconocimiento mundial por su organización institucional y el crecimiento económico. Por esta razón despertó el interés de muchos habitantes de diferentes sitios del planeta que vieron, a partir de allí, una verdadera tierra prometida. Y no se equivocaron, pero por un período limitado únicamente.
Desde los años del inicio colonizador y hasta 1950, aproximadamente, el sector agrícola representó un verdadero compartimiento estanco, dado que las sucesivas generaciones adoptaron los usos y costumbres de la herencia cultural recibida, la que provenía de tierras lejanas. posteriormente los medios de comunicación e información invadieron la zona e impulsaron a un cambio rápido y profundo: primero la radio, después los diarios y revistas, y finalmente la televisión, junto a una mayor concurrencia a la escuela, la telefonía en constante difusión y automóviles más dinámicos, fueron mellando ese particular modo de vida, con riesgo cierto de extinguir por completo la genuina y ancestral cultura gringa.
Carlos elogio tu reflexión. Ya
nadie trabaja en el campo, máquinas compu-tadas hacen el trabajo que hacian nuestros bisabuelos, hasta la educaciòn rural se fue perdiendo, debido al éxodo de familias.- Mi padre contaba que su abuelo decía: Los grandes Adelantos seràn la ruina del paìs… ahora en vez de trabajadores de aquellos… vemos, droga – violaciòn – muertes, planes de familias. ¡Que paìs el nuestro!
Hola Carlos. Perdón, pero siempre creí que la colonización agraria era obra Alberdi, Sarmiento…y el inefable Roca, porque ellos se asignaban todos los laureles. Ellos y la historia oficial;pero ahora te leo a vos y veo que no es así, puesto que lo que explicas es sencillamente verídico y de lógica irrefutable ¡Qué patriotas, señores! Saludos.
Hola Carlos. Es verdad lo que relatas. Yo vivía en Colonia Marina y recuerdo que en mi ninez, a mediados de la década de 1950 comenzaron a aperecer las primeras radios, eran enormes y muy pocos las compraban porque era «perder el tiempo útil para el trabajo» al escucharlas. Además, circulaba un diario titulado «La Tierra»,venía de Rosario una vez por mes y era gratuito para el colono; pero nadie los leía y todos los usaban para ajustar las tapas de los tarros que contenían los salames a la grasa. Un abrazo.
Veo que nuevamente lidera la grilla este tema. Pero no me extraña porque leí mucho sobre este fenómeno y le aseguro que su manifestación en una representación exquisita de la realidad.Además de revalorizar esa historia fundamental en el surgimiento del país, bastante olvidada por las pavadas que a diario vivimos. Carlos, mi mayor reconocimiento a su obra. Saludos.
En evidente que conoces muy bien este tema. Pero quiero agregar algo: Francisco Piria,fundador de Piriápolis, vivió muchos años en la Argentina, y siempre decía que admiraba a los argentinos porque eran trabajadores, y no eran como los uruguayos que vivían tomando mates.Claro se refería a los italianos que vinieron a la Argentina, en la cual los gobiernos fueron emparejando, pero para abajo. Felicitaciones por tu obra!
Sin dudas que los desvalores fueron ganando espacio, como alguien dijo más arriba. A pesar de eso, un acto de justicia es reconocer el sacrificio y la honradez de aquella gente, con la esperanza de que las generaciones presentes y futuras tomen, alguna vez, el ejemplo. Si logramos esto ASEGURO que saldremos del pozo. Saludos para usted Carlos.
Soy la 4ª generación de aquellos gringos, mis gringos que vinieron a la Argentina. Ellos venían con lo puesto solamente y una pala al hombro ( lo digo en sentido imaginario, porque así podría dibujarse su espíritu de trabajo)
Pero ahora todo cambió: muchos jovenes ven una pala y se desmayan si llegan a comprender para qué sirve. Esto representa a la degradación social con causantes, de los cuales conocemos sus nombres y apellidos, vivan o no:
Considero de excelente nivel su presentación. Saludos de Alejandra.