thumb_640x440_2016-03.14-07-FRASES-LIBRES-albert-EinsteinCon su particular manera de entender la vida y el universo, en el más amplio significado de cada término, Albert Einstein elaboró las propias  experiencias, cuyo contenido  fue nutriendo en base a su  enorme capacidad y a medida que pasaron los años. Por ello, este polifacético científico, supo interpretar las más diversas cuestiones desde su aguda  perspicacia, tal vez fundada en la inteligencia más brillante  que registra la historia. No obstante, en el otro plano, el de hombre común, no pudo sustraerse de virtudes y miserias inherentes a  la raza humana. Con todo, el motivo de esta oportunidad consiste en destacar algunas citas que le pertenecen, y seguramente nos admitirán comprender un poco mejor la realidad que envuelve a nuestra existencia terrenal, más el sentimiento de un verdadero genio:

-Un hombre feliz está demasiado satisfecho con el presente para pensar demasiado en el futuro (escrito en la escuela cuando tenía 17 años de edad).

-Conozco personalmente a este tipo de animal, a partir de mi propia experiencia, porque yo mismo soy uno de ellos. No se debe esperar demasiado de ellos. Hoy estamos deprimidos, mañana exaltados, pasado mañana fríos, y después volvemos a estar irritados y medio hartos de la vida, sin mencionar la infidelidad, la ingratitud y el egoísmo (a una amiga que tuvo dificultades románticas con un hombre mayor, en el año 1899).

-He decidido lo siguiente sobre nuestro futuro: buscaré inmediatamente un empleo, sin importar lo modesto que sea. Mis metas científicas y mi vanidad personal no impedirán que acepte el puesto más subordinado (expresado a su futura esposa Mileva Maric, en 1901, mientras tenía dificultades para encontrar su primer trabajo).

-No sientas pena por mí. A pesar de las terribles apariencias, mi vida transcurre en total armonía; me dedico completamente a la reflexión. Parezco un hombre visionario, hechizado por el lejano horizonte y que sólo se distrae con lo que tiene delante cuando el objeto opaco le obstruye la visión (a una amiga, en 1916, después de la separación de su familia).

-Las cenizas de mi padre descansan en Milano. A mi madre la he enterrado aquí, en Berlín hace unos días. He viajado continuamente de un lado a otro…un extraño en todas partes. Mis hijos están en Suiza. Una persona como yo tiene el ideal de estar en casa en cualquier sitio en que estén sus seres queridos (a  Max Born, en marzo de 1920).

-Si mi teoría de la relatividad resulta cierta, Alemania afirmará que soy alemán y Francia declarará que soy un ciudadano del mundo. Si mi teoría resulta falsa, Francia dirá que soy alemán  y Alemania afirmará que soy judío (en un discurso ante la Sociedad Filosófica Francesa de la Sorbona, en 1922).

-La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado. La imaginación abarca el mundo (en la entrevista con G.S. Viereck, en 1929).

-Nunca he considerado que el bienestar y la felicidad sean finalidades en sí mismas, pues llamo a semejante base ética el ideal de un chiquero. Los ideales que siempre han brillado delante de mí y que me llenan de la alegría de vivir son la bondad, la belleza y la verdad (en Fórum and Century 84, de 1930).

-Las posesiones, el éxito público, la publicidad, el lujo… para mí siempre han sido despreciables. Creo que una vida sencilla y sin pretensiones es lo mejor para el cuerpo y la mente (expresado en 1931).

-La gente me adula mientras le soy útil. Pero, cuando intento alcanzar metas que no están de acuerdo, se dedican inmediatamente a menospreciarme y calumniarme en defensa de sus intereses (a un pacifista desconocido, en 1932).

-Mi vida es muy sencilla y no interesará a nadie. Es un hecho comprobado que nací y eso es lo único necesario (a un reportero de la Princeton High School, en 1935).

-También me han dirigido flechas de odio, pero nunca han acertado, porque de alguna manera pertenecían a otro mundo con el que no tengo ningún contacto (de un texto para Portraits, en 1936).

-Mi obra científica está motivada por un deseo irresistible de comprender los secretos de la naturaleza y no por ningún otro sentimiento. Mi amor por la justicia y los esfuerzos para contribuir a la mejora de la condición humana son independientes de mis intereses científicos (Respuesta a  F. Lentz, en 1949).

-Estoy bastante bien, teniendo en cuenta que he sobrevivido con éxito al nazismo y a dos esposas (expresado a Jakob Ehrat, en 1952).

-Es cierto que mis padres estaban preocupados porque empecé a hablar tarde, de manera que incluso llegaron a consultar a un médico. No sé la edad que tenía, pero seguramente debía rondar los tres años (a Sybille Blinoff, en 1954).

-Si volviera a ser joven de nuevo y tuviera que decidir una manera de ganarme la vida, no intentaría convertirme en científico, académico o maestro. En lugar de ello sería fontanero o vendedor ambulante, con la esperanza de encontrar ese modesto grado de independencia que sigue siendo posible bajo las circunstancias actuales (al editor The Reporter 11, en 1954).

-Eres la primera persona en años que me dice realmente lo que piensa de mí (en 1954, cuando le presentaron un bebé de 18 meses, el que se puso a llorar desconsolado).

-Aquí he terminado mi tarea (una de sus últimas palabras en su lecho de muerte, según lo manifestado por su hijastra, Margot Einstein, en el año 1955).