Mié 25 May 2016
Citas
Posteado por Carlos Evasio Maggi en Propuestas
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Con su particular manera de entender la vida y el universo, en el más amplio significado de cada término, Albert Einstein elaboró las propias  experiencias, cuyo contenido  fue nutriendo en base a su enorme capacidad y a medida que pasaron los años. Por ello, este polifacético cientÃfico, supo interpretar las más diversas cuestiones desde su aguda perspicacia, tal vez fundada en la inteligencia más brillante  que registra la historia. No obstante, en el otro plano, el de hombre común, no pudo sustraerse de virtudes y miserias inherentes a  la raza humana. Con todo, el motivo de esta oportunidad consiste en destacar algunas citas que le pertenecen, y seguramente nos admitirán comprender un poco mejor la realidad que envuelve a nuestra existencia terrenal, más el sentimiento de un verdadero genio:
-Un hombre feliz está demasiado satisfecho con el presente para pensar demasiado en el futuro (escrito en la escuela cuando tenÃa 17 años de edad).
-Conozco personalmente a este tipo de animal, a partir de mi propia experiencia, porque yo mismo soy uno de ellos. No se debe esperar demasiado de ellos. Hoy estamos deprimidos, mañana exaltados, pasado mañana frÃos, y después volvemos a estar irritados y medio hartos de la vida, sin mencionar la infidelidad, la ingratitud y el egoÃsmo (a una amiga que tuvo dificultades románticas con un hombre mayor, en el año 1899).
-He decidido lo siguiente sobre nuestro futuro: buscaré inmediatamente un empleo, sin importar lo modesto que sea. Mis metas cientÃficas y mi vanidad personal no impedirán que acepte el puesto más subordinado (expresado a su futura esposa Mileva Maric, en 1901, mientras tenÃa dificultades para encontrar su primer trabajo).
-No sientas pena por mÃ. A pesar de las terribles apariencias, mi vida transcurre en total armonÃa; me dedico completamente a la reflexión. Parezco un hombre visionario, hechizado por el lejano horizonte y que sólo se distrae con lo que tiene delante cuando el objeto opaco le obstruye la visión (a una amiga, en 1916, después de la separación de su familia).
-Las cenizas de mi padre descansan en Milano. A mi madre la he enterrado aquÃ, en BerlÃn hace unos dÃas. He viajado continuamente de un lado a otro…un extraño en todas partes. Mis hijos están en Suiza. Una persona como yo tiene el ideal de estar en casa en cualquier sitio en que estén sus seres queridos (a  Max Born, en marzo de 1920).
-Si mi teorÃa de la relatividad resulta cierta, Alemania afirmará que soy alemán y Francia declarará que soy un ciudadano del mundo. Si mi teorÃa resulta falsa, Francia dirá que soy alemán y Alemania afirmará que soy judÃo (en un discurso ante la Sociedad Filosófica Francesa de la Sorbona, en 1922).
-La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado. La imaginación abarca el mundo (en la entrevista con G.S. Viereck, en 1929).
-Nunca he considerado que el bienestar y la felicidad sean finalidades en sà mismas, pues llamo a semejante base ética el ideal de un chiquero. Los ideales que siempre han brillado delante de mà y que me llenan de la alegrÃa de vivir son la bondad, la belleza y la verdad (en Fórum and Century 84, de 1930).
-Las posesiones, el éxito público, la publicidad, el lujo… para mà siempre han sido despreciables. Creo que una vida sencilla y sin pretensiones es lo mejor para el cuerpo y la mente (expresado en 1931).
-La gente me adula mientras le soy útil. Pero, cuando intento alcanzar metas que no están de acuerdo, se dedican inmediatamente a menospreciarme y calumniarme en defensa de sus intereses (a un pacifista desconocido, en 1932).
-Mi vida es muy sencilla y no interesará a nadie. Es un hecho comprobado que nacà y eso es lo único necesario (a un reportero de la Princeton High School, en 1935).
-También me han dirigido flechas de odio, pero nunca han acertado, porque de alguna manera pertenecÃan a otro mundo con el que no tengo ningún contacto (de un texto para Portraits, en 1936).
-Mi obra cientÃfica está motivada por un deseo irresistible de comprender los secretos de la naturaleza y no por ningún otro sentimiento. Mi amor por la justicia y los esfuerzos para contribuir a la mejora de la condición humana son independientes de mis intereses cientÃficos (Respuesta a F. Lentz, en 1949).
-Estoy bastante bien, teniendo en cuenta que he sobrevivido con éxito al nazismo y a dos esposas (expresado a Jakob Ehrat, en 1952).
-Es cierto que mis padres estaban preocupados porque empecé a hablar tarde, de manera que incluso llegaron a consultar a un médico. No sé la edad que tenÃa, pero seguramente debÃa rondar los tres años (a Sybille Blinoff, en 1954).
-Si volviera a ser joven de nuevo y tuviera que decidir una manera de ganarme la vida, no intentarÃa convertirme en cientÃfico, académico o maestro. En lugar de ello serÃa fontanero o vendedor ambulante, con la esperanza de encontrar ese modesto grado de independencia que sigue siendo posible bajo las circunstancias actuales (al editor The Reporter 11, en 1954).
-Eres la primera persona en años que me dice realmente lo que piensa de mà (en 1954, cuando le presentaron un bebé de 18 meses, el que se puso a llorar desconsolado).
-Aquà he terminado mi tarea (una de sus últimas palabras en su lecho de muerte, según lo manifestado por su hijastra, Margot Einstein, en el año 1955).
Comparto totalmente su afirmación, de que Einstein fue un privilegiado por tanta inteligencia. En su tiempo eclipsó a artistas, deportistas y figurones de la polÃtica.
Qué bárbaro. Solo Einstein podrÃa haber reflexionado de esa manera.
Impecable pensamiento. Por favor, qué bueno!!