Mar 1 Mar 2016
Incendiar campos y montes es quemar la vida
Posteado por Carlos Evasio Maggi en Propuestas
[10] Comentarios
Por lo que sucede año tras año es indudable que el invierno nos conduce a la primavera, así lo indica el calendario inclusive, pero lamentablemente y por lo que muestran los acontecimientos estacionales parecería que es por el camino obligado de los incendios. Algunos son pequeños y se logran controlar fácilmente, en cambio otros son realmente enormes y devastadores, donde perecen importantes superficies de vegetación autóctona, implantada y todas las especies animales que en ese lugar habitan. Y de tanto en tanto, también los seres humanos pierden su vida o sufren serios deterioros de salud merced a la acción de las llamas que a la vez destruyen bienes materiales, incinerados en la hoguera.
Hay solo dos causas que podrían producir un incendio de campos y montes: una, humana y otra totalmente fortuita. La primera podríamos subdividirla en intencional y negligente, en ambas situaciones intervienen individuos que no aprendieron a cuidar la naturaleza y tampoco entendieron que protegerla es amar la vida, lo cual incluye su propia vida también.Recorriendo un poco de historia para ilustrar: sería impensable poder observar a algún indígena, el cual vivía siempre inmerso en plena naturaleza, provocando un incendio con fines destructivos, pese a que el fuego era parte de su vida cotidiana. Por otra parte, en el procedimiento negligente, se requiere una buena dosis de resentimiento para actuar con desaprensión y tirar un pucho o hacer un asado, por ejemplo, en pastizales secos u otra vegetación altamente combustible, sin importar y conociendo de antemano los posibles resultados de tales actos. Todo estrago intencional, es doloso, y con respecto al comportamiento negligente, se trata de una acción culposa. En consecuencia, en ambos casos debería aplicarse la ley con el máximo rigor. En otro orden, es muy remota la posibilidad de que el incendio provenga de un hecho fortuito, tales como rayo, cortocircuito eléctrico o vidrio que potencia la acción solar.
Entonces, ¿cómo prevenir la acción intencional o negligente del hombre, respecto de los incendios? Debemos partir de una diferencia real: la persona de campo difícilmente incinera la naturaleza, porque es su naturaleza. Y ya no se queman los rastrojos como se hacía en el pasado, hecho que podría concitar un incendio incontrolable si se levanta repentinamente un viento fuerte. Luego de este breve análisis propongo la forma de mejorar conductas: con tal propósito corresponde establecer asignaturas de nivel primario y secundario, cuyo contenido amplio y detallado se refiera al comportamiento humano en sintonía con el ecosistema, partiendo del valor que éste tiene para la vida, presente y futura, además de realizar las enseñanzas sobre el terreno, en espacios abiertos y donde la naturaleza se evidencia plena, como sucedía en mi escuelita de campo, allí, todas las semanas teníamos clases prácticas de cómo cultivar una huerta, plantar árboles adecuados al espacio disponible y el modo de cuidarlos, basados en el siguiente emblema conceptual: “no es posible amar lo que no se conoce”.
Finalmente, el aprendizaje descripto en el párrafo anterior debiera estar dirigido primordialmente a las personas que habitan los grandes conglomerados urbanos, pues es este mismo medio el que las divorcia y aleja de la naturaleza. En cambio, el individuo criado en el campo o monte por lo general sabe mensurar espontáneamente la salud del medio ambiente.
Después de leer esta presentación debo decir que contiene una valoración del tema y ofrece propuestas para el problema, que de verdad enriquecen.
Hola Carlos. Qué lindo planteas el tema.Pero poco interés se nota en las autoridades y la misma justicia. Pensarán que el perjuicio nos les alcanza?
Excelente manifestación!!!
Hola tenés toda la razón del mundo. Aquí en las sierras seguido se producen incendios y siempre es producido por algún atorrante. Menos mal que los bomberos ponen mucho sacrificio en su trabajo.Gracias por dejarme decir esto.
Acabo de leer un gran aporte para el medio ambiente. Y lo digo por la verdad que contiene y los modos que propone para educar a la población. Muy bueno.
Es verdad lo que Usted expone. Un triste ejemplo es lo que pasó con el rally aquí en Córdoba, vió qué desastre dejaron? Ni los indios hacían eso. Gracias por poner mi pensamiento.
Acabo de leer su presntación y no puedo dejar de trasladarla a lo que sucedió, días pasados, aquí muy cerca de la ciudad de Córdoba. Cuántas palabras vacías de contenido escuché de funcionarios y periodistas. Pregunto: acaso no se dan cuenta dónde impera el sentido práctico? Respondo: AQUÍ EN SU ESCRITO HAY LO SUFICIENTE, para actuar y reflexionar como corresponde. Gracias por su propuesta!!
Aqui un lugar conocido por el cerro La Banderita de la Falda da pena, se quemó todo. Y dicen que fue intencional. Digo, no hay pena para esos sujetos? Me parece que ni siquiera los buscan. Señores, el sueldo tiene que justificarse con el ejercicio efectivo y eficiente de la función. O también esto pasó al subdesarrollo? Saludos.
Hola. Es palmario que aquí escribió alguien cargado de experiencia sobre lo que dice.Pero falta agregar que en los estamentos respectivos, los máximos cargos lo ocupan los amigos de comité (no conozco excepciones) ¿Entonces, qué podemos esperar? Y las respuestan surgen espontáneas: indiferencia, dislates en los procederes, argumentaciones por la falta de «presupuesto», etc, etc.
Magnífico su espacio. Saludos cordiales.
Buen día Contador! Y no es pura lisonja. De verdad me conmueven tanto el sentido común, como el realismo aplicado en ayudar al prójimo. Y veo que sin otra pretensión que ser útil y nada más.
Por todo eso, está muy claro que usted es…diría, casi una excepción. Un abrazo de Ana María.