Es probable que este asunto se infiera como reiterativo, y propio de alguna presentación anterior. Sin embargo, creemos que vale la pena una ampliación por su importancia en el  desarrollo  del intelecto, cuyo resultado es crucial a la hora de  lograr  parámetros adecuados, destinados esencialmente a insinuar y poner en práctica  las  maneras capaces de robustecer  la tenacidad en las acciones, más la perfección en los caminos de la vida.

Por lo tanto, el significado del título tiene  implicancias  que, creo,  a priori pocos imaginan. Y la predisposición que alude, como eje central, es fácilmente posible desde el estímulo anímico, conducido a través de las ideas, donde el verdadero impulsor, que parte de la voluntad, consiste en aferrarse a las cosas positivas únicamente, incluso sobre dimensionándolas en la medida que fuere posible. Y, por el contrario, es saludable aplicar el máximo empeño en borrar o tornar leve y fugaz a cada uno de los sentimientos negativos que acuden a nuestra mente, aquellos imposibles de evitar. Es evidente que este ejercicio depende, sobre todo, de la voluntad, esa voluntad simple y sin que intervengan condimentos de realización compleja. (más…)