Enclavado en la frontera entre Nepal y el Tibet (región autónoma de China), y dentro de la meseta alta de los Himalayas, también denominada “Techo del mundo”, por la enorme altura de las montañas que la integran. En particular, el monte Everest que alcanza los 8.849,86 msnm, y cuya conformación orográfica general, pertenece íntegramente al Continente asiático.

El monte Everest, en particular y su amplio entorno, en general, constituyen un verdadero atractivo para los visitantes. Allí donde todas las sensaciones serán, sin dudas, de alto voltaje. Puesto que la dimensión del panorama general sobrepasa, con holgura, todo el pensamiento previo que podría haberse instalado en el ánimo de quien se decidió por semejante aventura. Más aún, si también consolidó el propósito de escalar, aunque fuere parcialmente, esa montaña. Lo cual no deja de ser una decisión muy riesgosa, especialmente para el inexperto, porque aquí no basta con solo la intrepidez, aunque ésta fuera infinita. Y pese a todo eso, no pocos fueron los que, a lo largo de la historia, intentaron escalarlo.

En consecuencia, por desobedecer esa lógica, muchos aventureros quedaron en el camino, porque perdieron su vida, mientras que otros decidieron abandonar el emprendimiento y retornar a la base. En realidad, pocos escaladores conquistaron la cima, según registra la historia a partir del 29 de mayo, en el año 1953, cuando dos intrépidos llamados Edmund Hillary y Tenzing Norgay, alcanzaron la cumbre. Y desde aquella fecha hasta el presente, continuamente se fue incrementando la cantidad de participantes que también materializaron esa hazaña. Pese a que, alrededor de 291 escaladores registrados perdieron su vida en el intento. Luego, por las grandes dificultades operativas en el procedimiento de rescate, numerosos restos humanos aún yacen sobre la montaña.

Imagine el lector por un instante, con solo considerar que la temperatura media, reinante en la cumbre del Everest, es de -35 grados de día y, por las noches, disminuye a -60 grados. Lo cual demanda del alpinista, un estado físico y sicológico propio de una persona joven y con gran convicción para semejante aventura. Sin embargo, según el registro que existe en la base de la montaña, en el mes de mayo del 2013, Yuichiro Miura, un esquiador japonés de 80 años de edad, logró realizar la gesta de llegar a la cima.

Y a continuación, algunas recomendaciones preliminares, necesarias para concretar esta proeza de la mejor manera:

1-El lugar de inicio más conveniente es Katmandú, capital del Nepal. Y dentro de esta ciudad, hallar el barrio denominado Thamel. Pues en este lugar se ubica la mayoría de los hoteles, tiendas, restaurantes y agencias que promueven la empresa. También resulta fascinante observar la diversidad y el volumen de turistas que provienen de sitios muy lejanos, mientras despliegan su alegría natural, al transitar por un mundo tan exótico y fascinante a la vez.

Y desde aquí a la base del Everest, demanda un “trekking” de unos 130 km. Es decir, inclusive, el empleo medio de 13 días en el recorrido.

2-Siempre será muy útil estar asistido por un guía.

3-Al equipo adecuado, conviene comprarlo o tomarlo en alquiler en negocios del barrio mencionado, donde hallarán también el mejor asesoramiento al respecto.

4-Sugerimos la contratación de un maletero (porter), el cual sea un asistente durante todo el recorrido.

5-Las temporadas altas son dos: marzo-abril-mayo/ octubre-noviembre-diciembre.

6-El dinero en este país es la “rupia”. Pero también se aceptan dólares.

7-En la base del Everest hay alojamientos básicos y también restaurantes. Incluso, durante todo el recorrido anterior encontrarán vendedores ambulantes de comidas, suvenires y cambio de moneda.

8-Los valles de esta zona montañosa, están habitados por pueblos tibetanos, llamados Sherpas.

9-La cumbre del Everest está en territorio chino.

10-Everest deriva del apellido de un topógrafo de ascendencia inglesa, que operó en el lugar.

11-Cuidado al contratar un guía, en el inicio del recorrido especialmente. Porque deberá asumir el riesgo de ser sableado. Entonces, ante esta necesidad, siempre recurra a una agencia.

12-No cambiar dinero durante el trekking, desde Katmandú hasta la base del Everest, porque es muy probable que resulte timado.

13-Por todo lo demás, útil en la organización, apostamos a la perspicacia de quien emprende esta descomunal hazaña.

Finalmente nos resta desearle al viajero una feliz aventura. Mientras que solicitamos el respeto integral por la naturaleza del lugar, porque cuidarla es también amar la vida. Lo cual, asegura a generaciones venideras la posibilidad de disfrutar este fenomenal suceso, tanto como sus predecesores.