19“La cara que no es capaz de dibujar una sonrisa, mejor que no abra una tienda”, proclama un antiguo proverbio chino. Por ello, cuando alguien pretenda instalar un negocio, debería contemplar esta situación y valorarla como parte esencial del emprendimiento. Sin embargo, aquí me refiero únicamente al sector privado y a las pequeñas y medianas empresas, precisamente donde el trato personalizado de los titulares con sus clientes efectivos o potenciales prevalece. En cambio, dentro de las grandes firmas raramente algún titular tenga trato con el cliente, pues difieren en el orden organizativo y funcional.

Volviendo a nuestro propósito, es necesario destacar que el emprendedor tendrá el éxito asegurado, en elevado porcentaje de posibilidades, si comprende desde el inicio de su actividad comercial la importancia que tiene lo expresado en el párrafo anterior, y mejor aún si dicha valoración forma parte de su filosofía de vida, porque aparece como más sólido el concepto. En consecuencia, debemos fundar este rol en los siguientes postulados, que  facilitan las relaciones humanas elementales en pos de un fin comercial: (más…)