Mar 30 Jul 2013
Cultivar el espíritu para enfrentar la vida
Posteado por Carlos Evasio Maggi en Reflexiones
[4] Comentarios
Vivíamos un tiempo en que eran muy largas las distancias y precarios los medios; y, a veces, ni siquiera alguno de éstos había disponible. Por eso, los propósitos allende las fronteras domésticas producían, por lo general, la sensación de misión imposible. Sin embargo esta situación, que comienza con un sesgo negativo, también es la apropiada para forjar el espíritu; el cual, de a poco, irá desarrollando naturalmente la capacidad de sacrificio suficiente para sustanciar el intento de realizar cualquier proyecto que el deseo o la necesidad resuelvan.
El anterior es terreno fértil para moldear adecuadamente el alma, la que en el transcurrir va elaborando mucha fortaleza volitiva; necesaria para inducir al cuerpo ante los más diversos objetivos que propone la acción de vivir; incluso los que demanden un esfuerzo superior. Y desde este escenario parecería que nada, o casi nada, es imposible de alcanzar.
En consecuencia, a partir del cultivo espiritual por medio de valoraciones y procedimientos en la tarea de existir y que asocia espontáneamente al cuerpo, se podría generar un fenómeno natural que colabora adicionalmente con dicho cultivo y es, precisamente, la retroalimentación basada en la interacción de los dos factores mencionados; cuyo proceso se realiza en la residencia de la autoestima. Entonces el cultivo espiritual y corporal junto con una elevada dosis de autoestima, constituyen la trilogía básica que hará posible el logro de buen porcentaje de nuestros proyectos.
Bien vale aclarar que la situación planteada es sencillamente atemporal, porque tiene vigencia en todos los tiempos y jamás pertenecería a tal o cual época; como ahora podría inferirse del primer párrafo de la presente exposición. Tampoco pertenece a un lugar geográfico determinado, por ello es universal. Por otra parte, el avance cultural facilita normalmente este proceso de consolidación; pues amplía el campo del conocimiento y, por ende, favorece la comprensión de las cosas; lo cual representa un elemento fundamental que posibilita y mejora las realizaciones personales.
“Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos”. Confucio.
Siento la realidad de tus palabras a flor piel y las noto muy útiles. Muchas gracias. Saludos de Inés.
Hola. Considero muy amena tu propuesta reflexiva, tan útil como los demás temas.
Que tal Carlos. Comprendí tus recomendaciones ahora me falta ponerla en práctico pero soy un poco vaga, Ja ja.
Poco se podría agregar a tu escrito más que aplaudir de pié.